¿Qué es la Rhodiola rosea?

En el mundo de los adaptógenos, pocas plantas han llamado tanto la atención como la Rhodiola rosea, una raíz potente con una larga historia de uso tradicional y un creciente respaldo científico. Si estás buscando una forma natural de aumentar tu energía, mejorar tu enfoque y adaptarte mejor al estrés del día a día, esta planta puede convertirse en una de tus mejores aliadas.

La Rhodiola es una planta perenne que crece en regiones frías y de gran altitud, como Siberia, el Himalaya y ciertas zonas de Escandinavia. Su raíz ha sido utilizada por siglos en la medicina tradicional rusa y china como un tónico para aumentar la resistencia física y mental.

Lo que hace especial a esta planta es su capacidad adaptógena: ayuda al cuerpo a mantener el equilibrio ante situaciones de estrés, sin alterar las funciones normales del organismo. Sus compuestos activos principales son los rosavinas y el salidrósido, responsables de sus efectos estimulantes y reguladores.

El salidrósido en particular se ha estudiado por su capacidad de modular la liberación de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, lo cual influye directamente en el estado de ánimo, la motivación y la energía mental. También posee propiedades antioxidantes y neuroprotectoras que contribuyen a proteger el cerebro frente al daño inducido por el estrés crónico.

Historia y uso tradicional

Los registros del uso de Rhodiola se remontan a hace más de 1,000 años. Los vikingos la tomaban para aumentar su fuerza y aguante. En Siberia, se consideraba un secreto de longevidad, y las familias la regalaban como un tónico para mejorar la salud. La medicina tradicional china la ha usado como energizante y regulador del qi (energía vital).

En tiempos modernos, ha sido objeto de estudios por parte de investigadores soviéticos, quienes la usaron para mejorar el rendimiento de atletas, soldados y cosmonautas sin recurrir a estimulantes artificiales.

Beneficios de la Rhodiola

Aunque no hacemos afirmaciones médicas, los estudios actuales y el uso tradicional sugieren que la Rhodiola puede:

  • Reducir la fatiga mental y física en situaciones de alto estrés o esfuerzo prolongado (1).
  • Mejorar el estado de ánimo y la motivación, actuando sobre los niveles de serotonina y dopamina (2).
  • Aumentar la concentración y la memoria, especialmente en momentos de agotamiento (3).
  • Regular los niveles de cortisol, ayudando a mantener el equilibrio hormonal (4).

Cómo tomar Rhodiola (extracto en polvo)

La mejor forma de obtener sus beneficios es a través de un extracto en polvo estandarizado, idealmente con concentraciones de rosavinas y salidrósido garantizadas. En este formato, puedes añadirlo a tu café, té, smoothies o simplemente mezclarlo con agua caliente.

Dosis sugerida: entre 200 y 400 mg al día (o 1/4 de cucharadita), dependiendo de la concentración del extracto.

Mejor momento para tomarlo: por la mañana o antes del mediodía, ya que puede ser energizante y no se recomienda en la noche.

Importancia del extracto: Usar un extracto estandarizado asegura una dosis consistente de los compuestos bioactivos que hacen efectiva a la Rhodiola. La planta en su forma cruda puede variar significativamente en concentración, por lo que los extractos de calidad permiten una mejor absorción, mayor eficacia y un perfil más confiable.

Tip Rebel Roots: acompáñala con un adaptógeno calmante como el reishi por la tarde para equilibrar energía y relajación.

Referencias:

Panossian, A., & Wikman, G. (2010). Effects of adaptogens on the central nervous system and the molecular mechanisms associated with their stress‐protective activity. Pharmaceuticals, 3(1), 188–233.

Spasov, A. A., Wikman, G. K., Mandrikov, V. B., Mironova, I. A., & Neumoin, V. V. (2000). A double‐blind, placebo‐controlled pilot study of the stimulating and adaptogenic effect of Rhodiola rosea SHR‐5 extract on the fatigue of students caused by stress during an examination period with a repeated low‐dose regimen. Phytomedicine, 7(2), 85–89.

Darbinyan, V., Kteyan, A., Panossian, A., Gabrielian, E., Wikman, G., Wagner, H. (2000). Rhodiola rosea in stress induced fatigue--a double blind cross-over study of a standardized extract SHR-5 with a repeated low-dose regimen on the mental performance of healthy physicians during night duty. Phytomedicine, 7(5), 365–371.

Hung, S. K., Perry, R., & Ernst, E. (2011). The effectiveness and efficacy of Rhodiola rosea L.: a systematic review of randomized clinical trials. Phytomedicine, 18(4), 235–244.

 

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